Que venga la cura
Oh, juntad los fragmentos
y traedlos hasta mi.
Fragancias de promesas
que nunca osaste hacer.
Las astillas que cargaste,
la cruz que dejaste atrás,
ven cura del cuerpo,
ven cura de la mente.
Que escuchen los cielos
el himno penitencial,
ven cura del espíritu,
ven cura de la carne.
Contemplad las puertas de la piedad
en espacios arbitrarios
los de aquí no somos dignos
de la crueldad o de la gracia.
Oh, soledad del anhelo
donde el amor ha sido confinado,
ven cura del cuerpo,
ven cura de la mente.
Oh, ved la oscuridad que cede
para desgarrar la luz
ven cura de la razón,
ven cura del corazón.
Oh, sufrimiento que esconde
un amor sin división,
el corazón de abajo enseña
al corazón quebrado de arriba.
Que los cielos balbuceen
y que la tierra proclame,
ven cura del altar,
ven cura del nombre.
Oh, anhelo en las ramas
por poder alzar el brote,
oh, anhelo de las arterias
por purificar la sangre,
Y que escuchen los cielos
el himno penitencial,
ven cura del espíritu,
ven cura de la carne.
Y que escuchen los cielos
el himno penitencial,
ven cura del espíritu,
ven cura de la carne.