viernes, 4 de septiembre de 2009

El canal de viajes

El canal de viajes

Me tomó una eternidad aprender a amar-
a amar abiertamente con la garganta cantando arias,
con brazos agitándose como pancartas,
con el corazón sangrando carne,
con las entrañas goteando,
con esa profunda herida de la feminidad
que te espera con magullada hambre madura,
que tiembla para ti como una luna desquiciada
que llora por ti mientras me entras en silencio.

Como amar abiertamente es un arte.
Lo hago lo mejor que puedo en mi cabeza
sin ti.
Con las luces apagadas y la televisión encendida-
caminando hacia atrás, hacia mi,
como tu reposición favorita.
Temiendo que veas las viejas películas en mis ojos.
Temiendo que estudies mis venas como un mapa de carreteras
que se estiran a través del acordeón flácido de mis costillas
hacia las colinas rodantes y la profunda separación de mi ser consciente.
Temiendo que confundas mi equipaje de mano a juego
por ese lindo set de accesorios que te llevarás un día
al mundo de los sueños usados, sin mi.

En tu mente, soy meramente un reflejo de ti-
un espejo sin memoria
desplegándose a cámara lenta
sólo cuando ya has salido del túnel
y ya has abandonado la estación.

Esa voz que- justo antes de que cambies el canal-
sabe como amarte con su boca muy abierta
y grita antes de que puedas decir fast forward:
Te di mi cuerpo...ahora lo quiero de vuelta!

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