Un poema no escrito
Entré en la selva negra
siguiendo la pista de un verso.
Allá, entre las ramas,
un poema de enormes alas,
plumas de tinta afiladas.
Y en verdad era tan bello
que los rayos de sol intentaban
esquivar la arboleda y su sombra,
brillar en él.
Pero salió volando.
Ni yo ni la luz lo atrapamos.
EL FILÓSOFO
Entonces llegó un sabio,
su barba reluciente,
su boca llena de lenguas.
"He visto la luz", les dijo,
"una luz inmensa que perdona".
Primero le hicieron caminos,
luego templos, y sus palabras
se convirtieron en himnos,
en certezas concretas como piedras.
Y hubo muchos, demasiados
que creyeron ver la luz a
través de los ojos del sabio.
Y murieron, tal vez en paz,
y nunca supieron que el sabio era ciego.
SILENO
"El rey Midas le pregunta ¿qué cosa debe elegir el hombre, cuál es su bien supremo?
El demonio calla - no quiere contestar-, hasta que por la presión contesta y lo hace entre risas, dice:
Raza pasajera y maldita, hija del azar y del dolor, ¿por qué me obligas a revelarte lo que sería conveniente no conocieras?
Lo que debes preferir ante todo - el bien supremo - es desear lo imposible: no haber nacido,... no ser.. ser nada.
Y tu segundo bien, es desear morir pronto..."
- Nietzsche, El nacimiento de la tragedia
Sileno tomó un vuelo de primera clase
a la cima del monte más alto
y se instaló allí, con su flauta
y un cántaro de vino.
Desde la cumbre
podía verlo todo,
el tumulto de hombres
lanzándose a la muerte
por treinta monedas,
por alimentar a la bestia,
por nada.
Se acordó de Midas y empezó a reír,
y sigue allí, sin cuerpo ni forma.
Sólo una risa implacable.
Stephen Crane:
VI A UN HOMBRE PERSIGUIENDO
Vi a un hombre persiguiendo el horizonte;
corrían dando vueltas y vueltas.
Esto me perturbó;
me acerqué al hombre.
"Es inútil", le dije
"nunca podrás-"
"Mientes", gritó,
y siguió corriendo.
UN HOMBRE CULTO VINO A MI UNA VEZ
Un hombre culto vino a mi una vez.
Dijo, "Conozco el camino- ven."
Esto me llenó de alegría.
Juntos marchamos.
Pronto, demasiado pronto, estábamos
donde mis ojos son inútiles,
y no conocía el destino de mis pasos.
Me agarré a la mano de mi amigo;
pero al fin lloró, "Me he perdido".
"ESO QUE HICISTE ESTUVO MAL"
"Eso que hiciste estuvo mal", dijo el ángel.
"Deberías vivir como una flor,
reprimiendo la malicia como un cachorro,
haciendo la guerra como un corderito".
"No es así", dijo el hombre
que nunca temió a los espíritus;
"eso está mal sólo para los ángeles
que pueden vivir como flores,
reprimiendo la malicia como cachorros,
haciendo la guerra como corderitos".
MUCHOS DIABLOS ROJOS
Muchos diablos rojos huyeron de mi corazón
y saltaron a la página.
Eran tan pequeños
que mi pluma podía aplastarlos.
Y muchos luchaban en la tinta.
Era extraño
escribir en esta mugre roja
temas de mi corazón.
EN EL DESIERTO
En el desierto
vi una criatura, desnuda, bestial,
que, de cuclillas sobre la tierra,
sostenía su corazón en las manos,
y comía de él.
Le dije, "¿es bueno, amigo?"
"Es amargo- amargo", me contestó,
"Pero me gusta
porque es amargo,
y porque es mi corazón".
UN POCO DE TINTA MÁS O MENOS
¡Un poco de tinta más o menos!
Qué puede importar?
Incluso el cielo y el mar opulento,
las llanuras y las montañas, distantes.
Escucha el tumulto de todos estos libros.
Pero es sólo un poco de tinta más o menos.
Qué?
Me defines Dios con estas baratijas?
Puede mi miseria alimentarse en este andar ordenado
de necios entretejidos?
Y una fanfarria de luces?
O incluso sobre los medidos sermones
sobre la familiar verdad y mentira?
Es esto Dios?
Dónde, entonces, está el infierno?
Enséñame un hongo bastardo
brotado de una polución de sangre.
Es mejor.
Dónde está Dios?
viernes, 4 de septiembre de 2009
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