POR QUÉ SOY UN GRAN POETA
Todos se rieron de mí
cuando les dije que viviría de poesía.
Es el inicio perfecto
para un cuento de cursi moraleja.
Veamos,
empecé con vestirme a la usanza.
Crisálidas colgando en mis solapas,
en torno a mi nacían mariposas.
Yo las espantaba con tabaco.
Un disfraz así
es capaz de engañar a cualquiera.
Al final, me hice poeta
...un poco
Encontraba algún bar en que abandonarme,
o tal vez un jardín con flores,
según fluctuase la demanda.
Noté que la decadencia era perfecta
para la temporada de otoño,
y un poco
de amor familiar y de suicidio
en Navidades.
Todo consistía en pensar
según la economía de mercado.
Miradme ahora en Xanadú,
como Kubla Khan contemplo
los jardines de mi imperio literario.
Incluso de las rosas blancas,
en tinta negra,
brotan poemas como galaxias.
Tengo el Edén a mis pies,
me baño en lágrimas de unicornio.
"Y todo es cuestión de saber venderse,
y de saber a quién"
- comentaba con The Queen
en la mesa de té de las cinco.
Tengo el Edén a mis pies,
y pensar
que ni siquiera mi abuela me quiso.
jueves, 15 de enero de 2009
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