viernes, 9 de noviembre de 2012

Hola, buenas noches. Me llamo Sergio, y hago monólogos como hago el amor: aguanto dos minutos, me invade la vergüenza, siento náuseas y vomito. La verdad es que tengo que confesaros que esta es mi primera vez, y como todas las primeras veces, suele ser dolorsa y patética. Como cuando perdí la virginidad. De eso hace ya muchísimos años, era muy joven, y me dejó traumatizado. Desde entonces ya nunca me he atrevido a entrar en una iglesia.

Pero eso, es mi primera vez, tened piedad. Leí en una de esas revistas del peluquero que para hablar en público lo más fácil es imaginarse a todo el mundo desnudo (pausa incómoda con mirada obscena)… y la verdad es que… no es tan buena idea si trabajas en un colegio, ¿no?

Bromas aparte, no me gustan los niños. De hecho los odio, son pequeñas criaturas chillonas, cada vez que veo uno me dan ganas de pegarle una patada. No, a mí me gustan cosas más viriles. Esto es algo que mucha gente no entiende, me dicen "ay sí, eres gaaayeeer, pues no se nota, no haces así con las manooooos. Hijos de puta. A ver, los machos heterosexuales de la sala, que hagan así, uuurghhhh. ¿Qué? ¿No hay mucho? Panda de maricones. Así va el país. La verdad es que me intimidaría mucho ser un tío hetero en los tiempos que corren. Yo me cambié de acera por puro pánico, las mujeres son muy exigentes. Ahora ha salido esta trilogía… Cincuenta sombras de Grey, es uno de esos libros que se leen con una mano, y para pasar de página te humedeces el dedo (gesto de bajar a la vagina y pasar página). Son tres tomazos de 500 páginas cada uno, esto es, mil quinientas páginas de folleteo. Parece que para echar un polvo hoy en día tienes que tener una tesis doctoral en cunnilingus, joder, ¡1.500! No es justo, yo a lo sumo habré follado veinte páginas, y encima en tipografía cómic sans. Bueno, quizá treinta, pero sólo si las ilustramos. Estoy buscando un ilustrador para ese libro, ¿alguien por aquí sabe como dibujar bien lágrimas?

Vaya, esto está quedando demasiado sexy, ¿no? Os voy a contar mi técnica para ligar. Cuando veo a un tipo que me gusta en la fiesta, pongo cara de modelo. Consiste en entornar un poco los ojos, así como si no hubiese dormido muy bien. Luego aprieto la mandíbula, succiono un poco las mejillas y voilá (mueca blue steel). Cuando ya me siento suficientemente guapo, me voy a casa, me hago una taza de té y pienso "vaya, ese estaba bien, si lo vuelvo a ver un día le diré algo".

Pero vale ya de hablar de sexo, mejor toquemos un tema más sencillo, como la política. Se acercan las elecciones catalanas, ese es un buen chiste. Es el mismo chiste repetido cada cuatro años, y nosotros les seguimos riendo las gracias. Yo votaré al PP… no por ideología, eh, es más bien una decisión estética. Me fascina la cara de Alicia Sánchez Camacho. Fijaos en su cara (mueca), es como un muñeco de cera a medio derretir, y lo mejor de todo es que cada día da más miedo. Espero que salga en la tele muchos años, será como ver aquella escena de Indiana Jones; cuando los nazis abren el arca y se les derrite la cara, pero a cámara muy muy muy lenta. De aquí unos años presentarán a las elecciones una calavera con ojos, va a ser como estar gobernados por Skeletor. Pero teniendo en cuenta que Artur Mas parece el Emperador Palpatine y Puig es algo así como Darth Vader, creo que es una mejora, ¿no?

sábado, 3 de noviembre de 2012

Balada de Fra Rupert acortada

Balada de Fra Rupert


Fra Rupert, de les dames predilecte,
menoret d'aparell extraordinari,
puja a la trona amb el ninot erecte
i com aquell que va a passar el rosari,
sense gota ni mica de respecte
als vots del venerable escapulari,
mostrant, impúdic, el que té entre cames
excita la lascívia de les dames.
I amb veu entre baríton i tenor
canta Rupert, l'impúdic fra menor:


Gustós, senyores, m'avinc
a explicar-vos com els tinc.


Els tinc grossos i rodons
com els Pares Felipons.


I els tinc nets i sense tites
com els Pares Jesuïtes.


Els tinc frescos i bonics
com els Pares Dominics.


Cadascun em pesa un quilo
com els del Pare Camilo.

Se'ls podria portar amb palmes
com aquells del Mestre Balmes.

No els tinc tous ni tampoc nanos,
com els tenen els Hermanos.

No em ballen nit i dia
com els de l'Escola Pia.

No són els grans de rosaris
que pengen als Trinitaris.

Ni fan aquell tuf de be
dels frares de la Mercè.

Cap paparra se m'hi arrapa
com als monjos de la Trapa.

Ni massa tocatardans
com són els Salesians.

Ni amb el gàl·lic i els veneris
d'altres dignes presbiteris.

Ni ridículs ni pudents
com ho són en tants convents.

Ni tronats i plens de grans
com els pobres postulants.


Se'm poden contrapuntar
amb tots els sants de l'Altar.


No se'm poden tornar enrere
com li passava a Sant Pere.

I tenen un toc tan suau
com els collons de Sant Pau.

Són peces que fan lluir
com els de Sant Agustí.

I poden omplir un cabàs
com els ous de Sant Tomàs.

I encara sobrar-ne un tros
com passava amb Sant Ambròs.

Tenen aquell tuf honrat
dels collons de Sant Bernat.

No m'arriben fins al cul
com a Vicenç de Paül.

No m'escalden la titola
com a Ignasi de Loyola.

No em freguen la pastanaga
com a Sant Lluís Gonçaga.

Hi ha més tall i més tiberi
que en els de Sant Felip Neri.


No hi ha al món un tal encert
com els ous de Fra Rupert.


La que els toqui amb vehemència,
cinc-cents dies d'indulgència.
La que en copsi la grandària,
fins indulgència plenària.
I el cul que no els és rebel
anirà del llit al cel.

No té l'Església Romana
cosa més noble i més sana,
ni té l'Orde Caputxina
peça més pulcra i més fina,
disposada a tot servei
Ad Majorem Gloriam Dei.