ELOGIO A LA LOCURA
Me dijo que escribiera la verdad.
Mi verdad. ¿Qué verdad?
Los cantos de los templos van muy lejos
pero dudo que lleguen hasta el Cielo,
las leyes de la ciencia nos explican
lo incierto que se cuelga del vacío,
y sabe bien el arte
que hay que cambiar la realidad,
hacerla nueva.
Nada sé yo de la verdad,
su pulso es sensación desconocida,
me mira con sus párpados cerrados
y no me reconoce, yo vago por la calle
recogiendo las sombras de mi sueño,
dibujando palacios en el viento,
vestido como el Loco del tarot.
Llevo letras ocultas en un saco,
llevo harapos de luz y de tiniebla,
y sé que al fondo está el abismo,
y la verdad, que muera la verdad,
porque es literatura de mal gusto,
el reloj la historia de los muertos;
prefiero un angel ebrio,
la luz de la locura,
la sombra inexplicable de la carne,
sombreros donde anidan los pájaros.
sábado, 25 de febrero de 2012
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